Con el propósito de renovar y fortalecer la misión educativa de nuestros colegios, hemos dado un nuevo impulso a la implementación del Plan de Formación Integral (PFI), un proyecto que busca poner a Cristo en el lugar central de la vida escolar y asegurar que cada dimensión formativa responda a nuestra identidad y carisma.
El PFI es un instrumento que da unidad y coherencia a todos los procesos escolares —académicos, pastorales, disciplinarios y de acompañamiento—, alineándolos con nuestro Ideario y articulando misión, gestión y cultura en cada colegio.
El proceso de implementación contempla diversas etapas que buscan involucrar progresivamente a toda la comunidad escolar. La primera etapa, actualmente en desarrollo, está centrada en los equipos directivos y líderes escolares.
Esta Etapa 1 consiste en una capacitación de 9 horas diseñada para:
- Profundizar en los fundamentos antropológicos, teológicos y educativos del PFI.
- Construir un lenguaje común y acuerdos compartidos entre líderes escolares.
- Clarificar el rol del liderazgo en el proceso de cambio cultural.
- Realizar un diagnóstico inicial que permita planificar con realismo las próximas acciones en cada colegio.
La capacitación ya se ha completado en el Colegio Everest y comenzó en los colegios Highlands, La Cruz y Maitenes, con módulos impartidos por Paula Muñoz, directora de Identidad de la Red, y Gianfranco Zamudio, subdirector de Formación y Pastoral Colegio Cumbres y coordinador del equipo de SFyP de la Red RC, quienes abordaron los tres grandes fines del Ideario: formar buscadores de la verdad, personas libres y maduras, y apóstoles que amen a Cristo.
Los participantes han valorado profundamente esta instancia. Algunos de sus testimonios reflejan el espíritu que busca despertar este proceso: “Me resuena especialmente la invitación a ser otros Cristos, actuando con sus enseñanzas y desde ahí acercarnos a nuestros alumnos, familias y colaboradores”, comentó uno de ellos. “Me quedo con el desafío de integrar la fe y el carisma del RC en cada una de nuestras acciones, permitiendo que ilumine cada instancia escolar”, reflexionó otro de los directivos participantes.
Más que un programa, el PFI es una oportunidad de conversión cultural y de renovación educativa, para que toda la vida de nuestros colegios refleje con mayor coherencia su misión evangelizadora.



