Conociendo a Paula Muñoz, Encargada de Formación y Desarrollo del equipo de gestión de la Red de Colegios RC.

Este mes que reconocemos de manera especial a los formadores, queremos relevar una de sus principales tareas: el acompañamiento centrado en la persona que, ofrecido a los alumnos, permite el cumplimiento de la misión formativa.

Paula nos explica en síntesis, cómo se entiende y se realiza el acompañamiento como atributo diferenciador de nuestros colegios.

Según el Ideario de los Colegios Regnum Christi, ¿Qué se entiende por acompañamiento?

Entendemos por acompañamiento una atención personal, cercana y marcada por la gratuidad, que busca ayudar a las personas para que, por la acción de la gracia y la colaboración humana, puedan ir respondiendo a las preguntas y retos con los que se encuentran. Siempre en un clima de confianza y respeto mutuo. 

¿Por qué se dice que el acompañamiento es un atributo diferenciador de nuestros colegios?

De acuerdo a nuestro modelo formativo la persona está al centro, y alrededor de ella hay muchos agentes formativos que contribuyen a la formación integral. Según esto, es fundamental que se consideren siempre las características personales y que se promueva su libertad y responsabilidad.  Esto se realiza de mejor manera al favorecer la relación maestro-discípulo, que motiva a cada integrante de nuestra comunidad a descubrir sus propios talentos y ponerlos al servicio de los demás.  

 ¿Quiénes cumplen con esta función dentro de la comunidad escolar?

El director, sub directores, encargados de familia, coordinadores, jefes de departamento, profesores, sacerdotes, personal consagrado, encargados de convivencia y acompañamiento, instructores de formación, psicólogos y psicopedagogos, entre otros; podemos decir que en nuestros centros educativos todos acompañan, y al mismo tiempo son acompañados. 

¿A través de qué acciones se acompaña a los alumnos, familias, colaboradores y equipos directivos?

 Se acompaña en múltiples instancias: entrevistas personales con familias y alumnos, atención permanente de los profesores jefes, trabajo sistemático del departamento de apoyo, talleres para padres y para alumnos, etcétera.  Lo importante es lograr una atención personal constante, equilibrar motivación y exigencia, establecer un trato cordial y positivo, retroalimentar con sinceridad y establecer siempre un clima en el que prime la caridad fraterna entre todos los integrantes de la comunidad.