Conociendo a…

María Diez Del Corral, Colegio Highlands

Aunque ansiábamos el retorno a la presencialidad, volver a retomar el ritmo “normal” de trabajo ha sido un buen desafío para todos, estudiantes, familias y colaboradores. María Diez Del Corral, jefa del Departamento de Lenguaje del Colegio Highlands, nos comenta cómo fue su retorno y los desafíos y ajustes que ha requerido este nuevo proceso de cambio.

¿Cómo fue el retorno al segundo semestre?

Aunque nuestro colegio había vuelto presencial de manera intermitente a lo largo de todo este año, el hecho de saber que ya no se volvería a clases virtuales en el segundo semestre -tras las nuevas medidas implementadas por el Minsal- propició un ambiente pleno de alegría y esperanza. Antes siempre se tenía el miedo de que en cualquier momento se podía retroceder de fase, ahora se respira paz, confianza en que es posible volver a la normalidad. Es un placer ver y escuchar las risas de los estudiantes, los saludos cariñosos, la euforia del reencuentro.

¿Qué grandes diferencias existen con la realidad remota?

La principal diferencia es la cercanía y la interacción personal, imposible de lograr con la educación a distancia. Muchos alumnos -por diversos motivos- no prenden la cámara, por lo que se pierde la comunicación no verbal, expresiones faciales y lenguaje corporal, tan importante para transmitir  un mensaje de manera efectiva,  sumado a la dificultad que conlleva seguir una clase concentrado, cuando se tienen diferentes estímulos al alcance de la mano, el celular, la  televisión, familia, etcétera.

Además, la educación remota no permite el aprendizaje socioemocional, somos seres sociales por naturaleza y necesitamos crear vínculos afectivos para poder desarrollarnos plenamente.

¿Cómo ha sido la reacción de los alumnos?

Los alumnos reaccionaron felices, pletóricos, creo que ilusión y esperanza son las palabras que mejor grafican sus sentimientos. Tanto así, que a pesar de las mascarillas se puede vislumbrar entusiasmo en sus ojos, en su gestualidad, en su energía desbordante. Realmente querían regresar, no hay duda, que extrañaban su colegio.

En este nuevo contexto, ¿cuáles son los principales desafíos educativos?

En mi opinión, hay tres desafíos distintos:

Por un lado, compaginar una educación integral, con evaluaciones auténticas y proyectos, donde prime el trabajo colaborativo con todas las restricciones que acompañan una vuelta segura. Se corre el riesgo de retroceder e implantar una metodología más tradicional donde las clases sean más expositivas, al intentar guardar las distancias y protocolos requeridos.

Por otro lado, el reto de lograr equilibrar la brecha educativa detectada tras un año de educación on line, y digo equilibrar porque es de suma importancia tratar de que los estudiantes logren los objetivos de aprendizaje, pero siempre privilegiando al alumno. Si algo nos ha enseñado la pandemia es plantearnos qué es lo realmente importante.

Por último, el año pasado todos los profesores debimos de reinventarnos, tuvimos de un día para otro que cambiar nuestras metodologías, nuestra manera no solo de enseñar sino de entender la educación. Por eso, creo que el reto es seguir creciendo, tomar todo lo aprendido y no volver como si nada hubiera pasado.