Nueva encargada de ambiente seguro para la Red de colegios RC e inicio de proceso de certificación con CEPROME.

Nuestro mayor desafío para fortalecer una cultura de ambientes sanos y seguros, es lograr cambios desde adentro. Comprometer a todos y que se sientan interpelados a ser testigos activos para poder visualizar situaciones de riesgo. Son las pequeñas acciones y la constancia en ellas, las que, a mi juicio ayudarán a prevenir situaciones lamentables, y a la vez promoverán un ambiente grato, acogedor para todos”. La nueva encargada de ambiente seguro, Adriana Velasco, quien ha trabajado hace más de tres años en la asesoría de los colegios de la Red, en el área de formación y psicología, tiene el encargo de continuar con el fuerte trabajo que ha venido realizando el Padre Ignacio Santa Cruz LC, coordinador territorial de ambientes seguros, con los equipos directivos y encargados de AS de los colegios, y así realizar un seguimiento especial para promover ambientes sanos y seguros para nuestros alumnos y para todas nuestras comunidades educativas.

Durante estos primeros meses, ha puesto énfasis en la revisión de una matriz de 16 indicadores que se desprenden del Código de Promoción de Ambientes Sanos y Seguros que tienen los colegios y que permite operacionalizar y evaluar el cumplimiento de lo que el Código dicta. Estos indicadores refieren a acciones que apuntan directamente a la prevención y a tener un plan de abordaje para eventuales situaciones que se presenten.

“Es importante recalcar que todos estamos llamados a ser terceros activos en esta misión, por lo que invito a todo miembro de nuestras comunidades -profesores y apoderados- a leer el código de promoción de ambiente sano y seguro en la página web de su colegio”, comenta Adriana.

A finales de febrero, ya se inició también el proceso de certificación de ambiente seguro con CEPROME, un visualizador externo con experiencia en diferentes países y cuyo foco es el trabajo con instituciones eclesiales. Este valioso trabajo permitirá a la Red y a cada establecimiento poder visualizar en qué se puede mejorar y permitirá certificar que aquello que ya se está haciendo cumpla con los más altos estándares de prevención.

“Es importante decir que la certificación nos entrega una seguridad de que se están cumpliendo con todos los pasos para poder prevenir y abordar de la mejor manera las eventuales situaciones, pero no significa descansar, pues la cultura de ambientes seguros es algo que se debe trabajar día a día”, concluye.

María Inés Franck, directora de Ceprome para Latinoamérica, es quien está liderando el proceso de certificación en ambiente seguro para todos los colegios de la Red RC y el cual se encuentra en fase inicial para el colegio San Isidro y Cumbres.

Durante el mes de abril, se realizaron reuniones con los directivos y miembros de ambas comunidades educativas, en las que se dieron a conocer los objetivos de esta primera etapa de cumplimiento con estándares de prevención y se aplicaron un conjunto encuestas que permitirán elaborar un diagnóstico de estado actual, para seguir avanzando.

María Inés Franck

Ceprome Latinoamérica

Licenciada en Ciencias Políticas y en Relaciones Internacionales y abogada por la Universidad Católica de Argentina. Especialista en Doctrina Social de la Iglesia y licenciada en Derecho canónico por la misma casa de estudios. Realizó un Diplomado en Protección de los Menores en el Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la protección del menor (CEPROME) y en el Centre for Child Protection de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Actualmente es Secretaria Académica de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Católica de Argentina y Coordinadora de la Comisión para la Protección de los Menores de la Arquidiócesis de Paraná. Miembro y secretaria del Consejo Pastoral para la Protección de los Menores de la Conferencia Episcopal Argentina. Miembro, secretaria y directora académica del Consejo Latinoamericano de CEPROME.

Estándares de Prevención de CEPROME

  • Existencia de una política de prevención.
  • Existencia de adecuados mecanismos internos: de prevención, de control, de respuesta, de manejo de la información, de actualización periódica, de rendición de cuentas, de comunicación, de cooperación con las autoridades.
  • Idoneidad: de autoridades, de encargados de las medidas de prevención, del personal y voluntarios.
  • Canales para la expresión de inquietudes y denuncias.
  • Sensibilidad para el acompañamiento a víctimas y denunciantes.
  • Recursos para la ejecución de la política de prevención.
  • Acceso a asesoría profesional externa.
  • Existencia de responsables y estructuras adecuadas para la prevención.